viernes, 11 de septiembre de 2015

Reseña: Algún día

Hoy es un día especial, hoy hace 9 años que soy madre, 9 años que Mirella ha llegado a nuestra vida!
Para celebrar este día haremos fiesta, con mucha familia y much@s amig@s, pero os confieso que uno de los momentos que más me gustan de los días de cumpleaños de mis hijas es cuando están recién despiertas, que aún no saben por donde llegará su primer brote de emoción. Ese momento intimo, que vivimos en pijama, despeinadas, con los ojos entreabiertos que aún no se han acostumbrado a la luz del día, ese es el que más espero cada año y que guardo para nosotros cuatro. Para Mirella he preparado un buenos días especial con flores, un pequeño detalle misterioso y un cuento para leer juntas, un cuento que cada vez que lo leo me emociona: Algún día

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Título: Algún día
Autor: Alison McGhee, Peter H. Reynolds
Editorial: SerreS

Trama
Desde el nacimiento de su hija, la mamá protagonista de este cuento, nos lleva de la mano a través de todos los momentos importantes en el crecimiento de su pequeña, pasando por la separación del hogar familiar, su propia  maternidad amorosa y su vejez, en la que recordará su misma mamá.
Contenidos y Valores
El amor incondicional rebosa de cada página de este cuento. La figura de la madre encarna los valores de acompañamiento amoroso a la infancia del que tantas veces hemos hablado y que sabemos ser una necesidad de base para nuestr@s pequeñ@s.


Ese silencioso ir al lado de su hija, estar para acompañar, sin afán de sobreprotección, pero tampoco faltando en su presencia, se manifiesta hasta el día en el que la hija ha crecido lo suficiente para poder decidir dejar la casa materna y buscar su propio camino.

Y en su camino encontrará una maternidad igual de amorosa que la que había recibido en su infancia. Un ciclo de amor que se repite y se renueva a cada generación, en el que el recuerdo termina por ser el climax de nuestra emotividad.

Cada vez que leo este cuento lloro. Como madre y como hija la emotividad que desencadena este tierno álbum ilustrado me toca en lo más profundo: el saber que todo lo que damos y recibimos se queda en nuestra alma y en el alma de quien vive ese amor materno filial junt@ con nosotro@s es una consciencia amorosa tan grande y tan fuerte que no puedo contener las lagrimas. Y lloro cada vez que llego a la página final de este cuento. Lloro de felicidad, de una dulzura que sacude mi corazón, y me deja sin palabras y sin argumentos.

Ilustraciones
Las acuarelas de Reynolds se unen a la perfección con la ternura del texto de Alison McGhee. Los personajes y sus rasgos apenas marcados son personajes emocionales que evocan con muchísima fuerza nuestros recuerdos de la infancia (tanto la nuestra que vivimos cuando fuimos niños, como la de nuestr@s hij@s que vivimos ahora como madres y padres), esos olores mágicos que saben a seguridad, paz y calidez, esos sonidos nítidos y a la vez etéreos que nos transportaban en un vuelo mágico por nuestra experiencia del mundo.

Para qué y para quién
un cuento que "hace familia", que cuenta el amor, que pone palabra a esa inmensa felicidad que sentimos a través de los abrazos de nuestra madre y hacia nuestr@s hij@s.


dedico este cuento a Mirella y a nuestro camino juntas

Y este cuento es el que leeré hoy con Mirella cuando despierte, cuando aún esté en la cama y me acoja a su lado para darle los buenos días.
Y leyéndole este cuento le daré las gracias, por el gran don que me ha hecho haciéndome madre, haciéndome la encargada de velar para que sus sueños tengan el espacio para poder crecer y volar y convertirse en el techo que ampara su alma. Mirella: soy el descanso para tus miedos, soy el cofre en el que guardas nuestro amor, soy esa mamá mullida que aún te envuelve y te da ese espacio de tu-y-yo, ese amor infinito que seguirá acompañándonos toda la vida. Ser madre es rozar la inmortalidad, es abrir paso a un sentimiento infinito que se auto alimenta y que cuanto más se sienta más aumenta... una magia que supera las leyes del tiempo y del espacio, una conexión profunda con el universo, un regalo, una felicidad que no tiene confines. ¡Gracias Mirella!

4 comentarios:

  1. Me encanta el relato! Como has descrito ese bonito camino que hacéis juntas!

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  2. Es precioso, lo tengo para mi niña que aún sólo tiene 2 años. Yo también lloro cuando lo leo. ..creo que la mayoría de mamis

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    1. Si, yo también lo creo... toca la cuerda más importante de nuestro amor materno-filial!

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