El pequeño jardinero
Emily Hughes
Editorial: Impedimenta
+3 años
Trama
El pequeño jardinero dedica todo su tiempo, su amor y su energía al cuidado de su jardín. Pero su tamaño, casi igual que el de un gusano, hace que todo su gran esfuerzo no dé los frutos esperados. El jardinero trabaja de día y de noche hasta cansarse desmesuradamente. Entonces expresa un deseo pidiendo que algo lo ayude. Después se acuesta en su cama. ¡Al despertarse verá que su deseo se había cumplido!
Contenidos y Valores
Entramos de puntillas en el jardín de nuestro pequeño jardinero desde la primera página. Tenemos la sensación de adentrarnos en este pequeña parte de mundo como montados encima de una cámara de cine que poco a poco se acerca hasta hacernos ver detalles a primera vista inexistentes, como el pequeño jardinero, su amigo Wormito y su casa de paja. Y nada más descubrirlos nos enamoramos de ellos, de su pequeñez, de su vida simple y de su ternura.
Descubrimos el esfuerzo, el empeño y la pasión que este diminuto ser junto con su compañero dedican a cuidar de su jardín y en seguida nos ponemos de su parte deseando que este jardín florezca y que devuelva a su jardinero todo el amor que él le dedica a diario. Por eso cuando vemos aparecer esa inmensa flor anaranjada se nos llena el corazón de alegría, tanto a nosotros como al pequeño jardinero con el nos sentimos ya plenamente identificados!
Esa magnífica flor es la señal de que su trabajo y su presencia sirven de algo, que no todo es en vano y así se pone a trabajar con más ganas y dedicación. Pero su energía tiene un límite y el jardinero llega al agotamiento. No os escondo que en este momento de la historia me he sentido tremendamente identificada con el personaje como imagino que pasará a muchas madres que nos dedicamos a criar a nuestr@s hij@s dedicándole todo nuestro tiempo y todas nuestras atenciones: llegan momentos en que no podemos más, que necesitamos una ayuda, un apoyo. Y a menudo no lo pedimos y seguimos apretando los dientes y cargando aún más con nuestro fardo, un poco como pasa en el álbum del que os hablé hace unos días, "Las que llevan".
Y sin duda, entre las varias lecturas que este riquísimo álbum ofrece, podría ser visto también como una alegoría de la maternidad y de como nos sentimos las madres, a veces desbordadas por nuestro trabajo en el que a veces parece que nuestros esfuerzos no dan frutos... mientras en realidad somos, tal como veremos más adelante, lo más importante para nuestro "jardín"!
Pero pedir ayuda y saber reconocer que no podemos con todo es un grande paso que sí cumple nuestro pequeño jardinero. Un grande mensaje a transmitir a nuestr@s hij@s, que a menudo se frustran por su incapacidad de hacer en la realidad lo que su poderosa imaginación cocina a cada momento!
El jardinero pide ayuda, la pide con su voz pequeña que llega no al oído pero si al corazón del universo que aparece en forma de una mujer que vive justo al lado de ese jardín y que al descubrir la preciosa flor anaranjada siente que ella puede dar a ese jardín para que todo ello florezca.
Y mientras el jardinero duerme y acepta la importancia de su descanso al igual que la de su trabajo, esa mujer y su compañero trabajan junt@s, limpian, siembran, cuidan, riegan.
El jardinero despertará y se verá inmerso en un jardín repleto de flores.
Este álbum nos invita a reflexionar sobre la importancia del esfuerzo para conseguir nuestros sueños, así como de la necesidad de que este esfuerzo sea compartido y que tod@s demos en función de nuestras posibilidades, sin ser por esto menos importantes o sin poder alcanzar una menor felicidad y satisfacción.
En este sentido la última página del álbum es la que nos transmite un mensaje profundo que da el sentido a toda la historia
"no parece gran cosa, pero para su jardín él lo es todo"
No nos fijemos en cuan pequeños podamos parecer frente al mundo, fijémonos en nuestro amor y en nuestra intención, en nuestra actitud frente a la vida: el mundo mismo acogerá nuestra persona y nuestros sueños, sin juicio y con el mismo amor que nosotros hemos dado.
Otro importante detalle que no dejaría de lado es el hecho de que la mujer que se pone manos a la obra para cuidar del jardín y ayudar a su pequeño jardinero tiene la piel más oscura que él, y me sugiere una importante reflexión sobre la unión de diferentes etnias que al colaborar consiguen realizar sueños y crear auténticas maravillas: un pequeño detalle de la ilustración que nos da la oportunidad de hablar de diversidad y de cooperación con l@s niñ@s.
Ilustraciones
También con este álbum Emily Hughes se centra en el mundo natural, un mundo en el que personas, plantas e insectos se funden en unas ilustraciones armónicas e impactantes. Como en Salvaje nos encontramos frente a una paleta de colores de tonos vintage en la que dominan los verdes y marrones. una auténtica preciosidad!
Para qué y para quién
Recomendaría este cuento a partir d elos 3 años, aunque es innegable que es a partir de los 4/5 años cuando l@s peques podrán entender con más profundidad el mensaje que quiere transmitir.
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