RESEÑA DEL CUENTO "ME GUSTAN LOS ANIMALES"

Los cuentos que suelo recomendar desde este pequeño rincón literario, son cuentos respetuosos, y por cuentos respetuosos quiero decir cuentos que sostienen la importancia del relacionarse hacia uno mismo, hacia los demás, y hacia el medioambiente de una forma que tenga en cuenta las necesidades y los placeres de cada ser.
Ahora el cuento del que os hablo hoy es un cuento que no lleva en si estos valores pero que nos puede valer a la hora de hablar de ellos de una forma inversa y crítica. Esta posibilidad de lectura nos hace comprender como es más importante como leemos determinados cuentos o informaciones más que la información en si. Hoy leemos "Me gustan los animales".

Título: Me gustan los animales
Autor: Dahlov Ipcar
Editorial: Silonia
+6 años

Trama
un niño va enumerando todos los animales existentes en el mundo y va diciendo como le gustan todos. Los animales aparecen retratados en zoos, tienda de mascotas, granja, bosque y finalmente en la casa del niño protagonista del cuento.

Contenidos y valores
Para entender este cuento lo primero que habrá que hacer es aclarar el contexto en el que viene escrito. La edición original de este libro es del 1960, una época en la que la consideración en la que se tenían los animales era dramáticamente inexistente, solo valían como objeto con relación al uso que podía hacer el ser humano con ellos.
El animal aparece cosificado, reducido a mero objeto de placer. Esta realidad viene retratada principalmente en los primeros dos escenarios que presenta el cuento: el zoo y la tienda de mascotas.

Los animales aparecen encerrados en las jaulas con un aspecto alegre y sonriente. El zoo parece ser un lugar ideal para vivir, donde las necesidades de los animales son atendidas plenamente. El aspecto emocional de estos seres no viene mínimamente tenido en cuenta, o bien se imagina que su falta de libertad no influya en ello.

También la presencia de los animales en la granja es funcional a la satisfacción de las necesidades humanas: gracias a su empleo en la agricultura y a los productos que ofrecen directamente.

La última parte del cuento es la única en la que los animales se encuentran en su entorno natural completamente libres, viviendo según sus ritmos en total independencia del ser humano.

También la proyección que hace el niño sobre su futuro, es el de verse relacionado con el mundo animal pero de una forma dominante. Esto aparece claramente en una de las últimas páginas del cuento.

Reflexiones conclusivas
Este cuento nos dio mucho por hablar aquí en casa con Mirella, que es una niña amante de los animales y muy sensible hacia el maltrato que a menudo padecen. Mirella es socia del WWF y voluntaria en un centro de acogida de animales donde se encarga de llevar a los perritos a dar paseos. Tuvo incluso una época de vegetarianismo, que acompañamos en la medida que nos fuera posible y que luego decidió interrumpir por ella misma porque no podía renunciar a comer determinados alimentos que le gustaban demasiado!
Podéis imaginar como hemos podido vivir la lectura de este cuento. Hemos hablado de como se han percibido los animales hasta ahora por parte de los seres humanos, del movimiento de conciencia social de los años '80 que encontró un apoyo legal por parte de la ONU con la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos del Animal.

La editorial Silonia se ha atrevido a publicar este cuento valorando tanto su importancia artística, como también la posibilidad de crear un debate positivo. A veces leer cuentos de este tipo con nuestr@s niñ@s ya mayorcit@s nos permite hacer un importante ejercicio de reflexión sobre las realidades históricas y sociales que han determinado el mundo en el que vivimos.
Creo además que parte del ejercicio de crianza y acompañamiento respetuoso y parte del sentido de este blog va en esta dirección, en plantearse si lo que se ha hecho hasta hoy, si las creencias con las que hemos sido crecid@s y con las que crecemos a nuestr@s hij@s son respetuosas y libres de juicio. Un ejercicio diario que nos ofrece la oportunidad de hacer que l@s niñ@s de hoy desarrollen su capacidad crítica y que sepan por lo tanto discernir entre lo que permite su integridad y la del resto del mundo.

Ilustraciones
El valor de este libro es indiscutible cuando hablamos de él como obra artística. Su autora Dahlov Ipcar es una pintora americana de fama internacional que tiene especial fascinación por el mundo animal y que sigue pintando en la actualidad con sus 98 años!

Para qué y para Quién
Aconsejo este álbum ilustrado para abrir un debate, y no lo ofrecería aniñ@s menores de 6 años, ya que no pueden entender y participar plenamente en este debate.
Lo veo como un óptimo recurso para el aula y tratar el tema del maltrato animal y la cosificación de ellos.

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