miércoles, 25 de noviembre de 2015

RESEÑA DEL CUENTO "EL PEQUEÑO CASTOR"

Las historias ambientadas en la naturaleza y protagonizadas por animales, son indiscutiblemente las que preferimos leer en otoño y en invierno. El estar acurrucadas en el sofá, gozando del calor del hogar es un placer innegable cuando el frío aprieta, pero seguimos conectadas con el mundo natural y lo exploramos a través de esas historias.
El cuento del que os hablo hoy está publicado por ING edicions, una editorial que descubrí hace poco pero que lleva trabajando en la publicación de cuentos para la infancia mucho tiempo, y hoy leemos en el detalle el cuento “El pequeño Castor”.



Título: El pequeño castor
Autor: Amy Mac Donald, Sarah Fox-Davies
Editorial: ING Edicions

+2 años
Trama
El pequeño castor vive solo en la orilla de un gran estanque. La tristeza que le procura su soledad le hace llorar desesperado y el eco de su llanto le hace creer que al otro lado de ese gran lago hay alguien tan desesperado como él que necesita un amigo. Sin pensárselo, el pequeño castor monta en su canoa en búsqueda de ese animal para ofrecerle su amistad. A lo largo de su camino se encontrará con otros animales que se unen a él en su búsqueda y con los cuales estrecharán una linda amistad. Una vez llegado al otro lado del estanque nuestro protagonista se encontrará con el viejo castor que le explicará como el llanto que él escuchaba era su mismo llanto y que por cualquier lado del estanque estuviera, seguiría escuchándolo si llorara. Pero el pequeño castor ya no tiene porqué llorar, ya que su soledad ha desaparecido como la de los otros animales que ahora son sus amigos.

Contenidos y valores
Ya desde la descripción de la trama se puede apreciar la estructura acumulativa del cuento en el que el personaje principal, el pequeño castor, va haciendo amig@s a lo largo de la historia y resolviendo así su soledad sin darse cuenta de ello.

Lo que me ha fascinado de esta historia tan sencilla es la profundidad de la preciosa metáfora que encierra sobre la búsqueda de nuestra identidad y la importancia de nuestros sentimientos en relación con la importancia del otro. El pequeño castor sufre por su soledad y la expresa a través de sus lágrimas. Gracias a la capacidad de reconocer sus necesidades emocionales, el castor puede buscar una solución a estas necesidades y satisfacerlas. 


El viaje que el castor decide emprender es expresión de su voluntad, base de la antroposofía steineriana a la que este cuento está claramente inspirado. Según Rudolf Steiner  
"Vivir en el amor por la acción y dejar vivir por la comprensión de la voluntad ajena es la máxima fundamental del hombre libre."
"Vivir en el amor por el acción", esto es lo que hace el castor: actúa. Y en su acto incluye la "comprensión de la voluntad ajena", representada por ese eco que desde el otro lado del lago pide esa comprensión, pide ayuda. La tensión del castor es aparentemente doble: hacia él mismo y hacia el otro, pero el cuento termina por demostrarnos que esta tensión es en realidad única ya que lo que necesita el otro no es más que el espejo de lo que nosotr@s mism@s necesitamos. 



Una forma muy peculiar y muy profunda de entender el amor y la práctica del amor, que tiende hacia una unión entre tod@s l@s seres que habitan el universo. Si nos paramos a reflexionar un momento más, veremos como este tipo de relación es la que se instaura entre madre o padre e hij@ a la hora de establecer una crianza respetuosa: en la satisfacción de tu necesidad se satisfarán las mías. El primer paso, la primera persona que deberá satisfacer será la madre o el padre, pero poco a poco con el pasar de los años, veremos que la tensión de l@s niñ@s es la de satisfacer nuestras necesidades, la de complacernos. Y así en un intercambio amoroso y de apoyo mutuo es posible construir nuestras relaciones familiares y a partir de allí también nuestras relaciones externas a la familia. Por eso la forma en la que criamos a nuestr@s hij@s y todas las relaciones que est@s entretienen en su infancia son tan importantes a la hora de determinar la forma en la que gestionará sus emociones y todas sus relaciones sociales a lo largo de su vida.



Todos los animales con los que se encontrará el castor además viven en la misma soledad, y todos se dan cuenta de la importancia del otro y de sus necesidades. Esta búsqueda coral refuerza aún más el mensaje que quiere transmitir la historia: independientemente de las diferencias de cada un@ tod@s necesitamos esa unión con l@s demás por encima de cualquier otra cosa.

Con este cuento se consigue hablar más allá de la generosidad y de la amistad: la empatia y el vivir la vida como si de un únicum se tratara, sin poder distinguir entre el beneficio para el otro y para un@ mism@. Una forma indirecta que permite el desarrollo de un mundo pacífico y respetuoso.

Ilustraciones
Unas acuarelas preciosas que ven protagonistas a animales que, aunque tengan el don de la palabra y estén en parte humanizados, son representado siguiendo su aspecto real y respetando sus dimensiones con respecto al entorno natural. Cuidadas en el mínimo detalle, nos hacen entrar dentro del paisaje con absoluta facilidad, y nos regalan ese momento de conexión con la naturaleza del que os hablaba al principio de la reseña.



Para qué y para quién
La estructura repetitiva tanto del texto como de los acontecimientos ayuda a nuestr@s pequeñ@s lector@s que se concentren en el desarrollo de la historia, que memoricen más fácilmente sus contenidos y su vocabulario. Un cuento estupendo para los más pequeñ@s pero al que no pondría una edad a partir de la cual ya no se aprovecha su contenido: la propuesta de reflexión filosófica que hay detrás de la historia hace que sea un cuento válido para todas las edades.
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