Parar no es sinónimo de cerrar
Cada vez que me siento a escribir una reseña, mi alma se abre para buscar las palabras adecuadas a construir un camino que nos una a mi que escribo contigo que lees. Es una sensación preciosa que me motiva mucho en el día a día, y que hace que me haya dedicado hasta ahora a contar mi perspectiva sobre cuentos para nuestr@s peques sin tener más retribución que las hermosas palabras de apreciación que much@s me habéis regalado. Y esto, de verdad, os lo agradezco desde el corazón!
Parar es sinónimo de reflexionar, en este caso.
Reflexionar sobre que es lo que necesito como persona, como madre, como compañera de un hombre al que amo. Para poder escucharme y entender mis necesidades y las de mi familia sé que necesito un tiempo de más calma, de más tranquilidad y de estar más "desconectada" de ordenadores, móviles y redes sociales.
Hablando con una querida amiga hace pocos días me recordó algo muy importante que, por le ritmo frenético en el que he vivido durante este último mes, se me había completamente escapado: el respeto. El respeto para mi misma, para mi bienestar. "Quiérete, ámate". Dos palabras, solo dos, pero suficientes a recordarme la importancia de cada gesto que cumplimos en nuestra vida.
Y así, en cuestión de minutos me di cuenta que no podía tener un blog sobre literatura y crianza respetuosa sin respetarme a mi misma, sería de una incoherencia absurda y sobre todo innecesaria.
Para respetarme tenía que escuchar mis necesidades y mis emociones y entender como poner orden entre ambas desde la perspectiva del respeto hacia mi misma.
El respetarme significa sentirme libre de seguir con este blog, siguiendo mi ritmo, disfrutando cada rato que le dedique. Y no es que los cuentos me cansen, ¡imposible! ¡Me encanta la literatura! Desde que tengo memoria me recuerdo leyendo!
En la universidad disfruté cursando una carrera a mitad entre la antropología cultural y la literatura española, hispanoamericana e inglesa. Rituales y cuentos para mi tenían la misma esencia y la misma función: permitir el entendimiento de nuestra vida en el mundo. Esta pasión se ha profundizado increíblemente cuando nací como madre: todo lo que hasta ahora había sido respondido necesitaba ser replanteado.
Con los años vi con siempre mayor claridad la necesidad de los seres humanos, niñ@s o adult@s, de vivir bajo una perspectiva lúdica, entendiendo plenamente el planteamiento que hacía ya hace muchos años mi escritor favorito, Julio Cortázar, cuando hablaba del homo ludens como evolución sobre el homo sapiens sapiens.
"Me sería absolutamente imposible
vivir si no pudiera jugar. Cuando digo jugar
no me refiero a jugar con un trenecito de
juguete, sino a jugar en el sentido en que el
hombre juega. Si le da la gana de escuchar
música está jugando, si quiere hacer un dibujo
está jugando, si quiere hacer un paseo
está jugando; ése es el sentido lúdico. Todo
lo que no significa el trabajo, la obligación
y el deber. Todo lo que sale de eso para mí
es el juego y el hombre es un animal que
juega" Julio Cortázar
Y así quiero vivir siempre, también con respecto al blog de Literatura Infantil Respetuosa.
Así que seguiré escribiendo por aquí, pero sin sentirme obligada. Si querré pasar dos días sin mirar pantalla, lo haré, si querré jugar con mis hijas más de lo que ya hago lo haré. Si me sentiré cansada, pues descansaré. He aprendido que las horas de sueño son horas que para eso son, para dormir y para soñar. Si, porque ambas cosas van juntas: mientras mi cuerpo y mi cerebro descansan, sueñan, se aligeran de todas las pesadeces que han vivido por el día y le encuentran la correcta clave de interpretación y las resuelven y las disuelven con la naturalidad con la que se disuelve la nieve al sol.
Un abrazo a tod@s
Laura, linda, sabia mujer....gracias...
ResponderEliminarEspero que disfrutes de tu libertad. Y también espero que cuando lo quieras compartas tu literatura con nosotros. Te echaremos de menos.
ResponderEliminarMe parece que tu decisión es perfectamente respetable. En la vida debemos darnos estos altos y reconsiderar, rediseñar, reconstruir. Bravo por ti. Un cariñoso abrazo.
ResponderEliminares fundamental escuchar nuestro propio cuerpo, sus necesidades. y aparte, el blog no puede ser considerado de ese modo, casi como obligaciôn, porque no es un trabajo sino una aficiôn. descansa todo lo que tu cuerpo te lo pida!
ResponderEliminarGracias a todas! Vuestras palabras entran derechitas a mi corazón!
ResponderEliminarEntre sorteos y otros proyectos que han ido surgiendo en tan solo dos días voy a estar menos ausente de lo que creía!
Pero con otra onda, con cierto relax y sabiendo que compartimos una misma visión de las cosas y del mundo. Un abrazo fuerte y una vez más gracias!
Buen aprendizaje y crecimiento, cariño!! Muchos besos!
ResponderEliminarLos blogs no deben ser una obligación, sino algo que hacemos porque nos llena, porque nos gusta y porque queremos hacerlo. Parar, coger aire, respirar, y dejar que surja todo a su debido tiempo... y congelar lo malo que nos perturba, no merece la pena. Te deseo mucha felicidad y paz :-) Un abrazo preciosa
ResponderEliminar