Lo que más nos demandan nuestr@s peques no es que seamos perfectos, sino que seamos nosotr@s mism@s, priv@s de cualquier estructura, y que construyamos nuestra relación con ell@s gracias a la escucha de sus mensajes, de sus demandas, de sus descubrimientos.
"Lola se va a África" es un bellísimo álbum ilustrado que nos habla justamente de la necesidad de esta presencia por parte del adulto en la vida del niñ@, y hoy lo leemos junt@s con todo detalle.
Lola se va a África
Autora: Anne Villeneuve
Editorial: Birabiro
+3 años
Trama
Lola es una niña de unos 5 años y está cansada de las trastadas que hacen sus hermanos. Harta decide de irse muy muy lejos, a África, para encontrar un sitio donde nadie la moleste. El choffer de su familia será su compañero de viaje, ya que se ofrecerá de acompañarla allá donde ella quiera ir. Después del largo viaje descansarán tomando un té y contemplando la puesta del sol. Satisfecha, Lola pedirá a que la lleve de vuelta a casa.
Contenidos y Valores
Como os contaba en el comienzo del post, "Lola va a África" es un álbum muy especial ya que nos recuerda la importancia de escuchar a nuestr@s hij@s y de conectar con ell@s.
Lola, la protagonista del cuento vive con una familia que no satisface sus necesidades de amor y cariño: ambos padres están inmers@s en sus ocupaciones de trabajo (un tanto excéntricas) y no se preocupan mínimamente de prestar la debida atención a sus hij@s.
L@s peques reaccionan como pueden: los tres hermanos pequeños se pasan el día haciendo travesuras y Lola, el blanco de esas travesuras, ya no soporta más su soledad y explota decidiendo abandonar su hogar e irse hasta África. Lola expresa su odio y su rabia, lo expresa gritando fuerte, como vemos con las palabras que usa para definir a sus hermanos escritas en mayúscula, rompiendo ese muro de silencio en el que muchas veces se sienten encerrad@s l@s pequeñ@s que tienen que tragar lo que malviven dentro de la familia porque "es familia".
Gilbert, el chófer de la familia, es el único que se muestra atento a las necesidades de Lola y que la escucha sin cuestionar su decisión de ir a África, sino apoyándola y mostrándose dispuesto a acompañarla en su viaje. La actitud respetuosa de este personaje externo a la familia nos hace reflexionar sobre lo que a veces nosotr@s l@s padre s no somos capaces de ver en nuestr@s hij@s porque estamos demasiados ocupados en cosas externas a la crianza, en nuestras obligaciones o incluso en satisfacer nuestras pasiones individuales olvidando la importancia de nuestra presencia en la crianza de nuestr@s pequeñ@s. Una crítica a toda una sociedad que se está acostumbrando a delegar siempre más en otros (o incluso en objetos, cuales juguetes siempre más costosos y "completos") la crianza y a aumentar la distancia física y emocional con sus propios hijos.
El fantástico viaje que realizan Lola y Gilbert es un canto al mágico mundo de la fantasía propio de la infancia, donde todo es posible y donde un giro en balancín se transforma de verdad en un viaje en avión y donde será fácil confundir caballos por jirafas a las que preguntar por el camino correcto para llegar a nuestra meta. La importancia de la imaginación y de la construcción del juego exclusivamente mediante la fantasía son elementos que se subrayan a lo largo de todo el cuento, invitando a niñ@s y adult@s a dejarse llevar por esa capacidad innata del ser humano de saber crear.
Este álbum parece invitarnos a que l@s adult@s no olvidemos nunca esta capacidad creativa y que volvamos a navegar en los charcos como si fueran océanos o a que dediquemos nuestro tiempo a hacer cosas tan sencillas y a la vez importantes como mirar una puesta de sol sin clasificarlas como un lujo que no nos podemos permitir porque nunca tenemos tiempo para ello, sino reservándole espacios, entendiendo que constituyen entre todas el eje de nuestra libertad y de nuestra personalidad. Genial la forma en la que Anne Villeneuve consigue transmitir este mensaje, dedicando bien 3 ilustraciones a ese tiempo de contemplación, que permite esa necesaria conexión entre personas y naturaleza, entre persona y persona, y también con un@ mism@.
Que olvidemos el tiempo cerrado de nuestros relojes, que vivamos simplemente estando en el aquí y ahora junto con nuestr@s peques, aceptando su presencia en nuestra vida como la de auténticos maestros que nos muestran a cada momento esa constante y plena conexión con el universo, interno y externo.
Un álbum que empodera a l@s niñ@s y que muestra su derecho de exigir atención, tiempo de juego, tiempo para perderse con ell@s en su mundo, donde todo se torna posible. Un álbum que nos enseña a los padres con total claridad pero con serenidad y cariño lo importante que somos para nuestr@s hij@s, y lo importante que es vivir junt@s hermosos momentos disfrutándonos el uno con el otro.
Ilustraciones
Unas acuarelas delicadas que aparecen como círculos en el agua de una lago, inundan de color los fondos blancos de cada página para disolverse en la siguiente imagen. Un uso de la ilustración que simboliza la importancia del momento presente que existe y que fundamenta nuestra vida pero que es pasajero y efímero. A cada pincelada la autora parece lanzarnos el grito Carpe diem, para que aprovechemos al máximo el don de la vida.
Para qué y para quién
Para hablar de nuestros estados de ánimo, de nuestras necesidades, de la importancia de que nos escuchen y de que nos quieran. Un libro sobre la importancia del juego, la base de una vida feliz tanto para l@s peques como para l@s mayores.
El texto y la historia son perfectamente aptos para peques a partir de 3 años. No pongo fecha límite, porque a mi personalmente es un álbum que me encanta leer de vez en cuando: es como un mantra que me ayuda a recordar la importancia de mi maternidad en mi vida y en la vida de mis pequeñas <3
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