Reseña: La princesa que quería escribir

En los últimos años se han ido publicando varios cuentos que tienen como protagonistas unas princesas atípicas que rompen los estereotipos de género y que declaran tener otros intereses fuera de lo de casarse, vivir bienvestida y bailar incansablemente en inmensos salones de fiesta. Hace tiempo publiqué un post entero dedicado a estos cuentos y hoy os reseño en el detalle uno de los cuentos que citaba allí: La princesa que quería escribir de la Editorial Amigos de Papel.

Título: La princesa que quería escribir
Autor: Beatriz Berrocal Pérez, Daniel Montero Galán
Editorial: Amigos de Papel
+7 años

Trama
La princesa protagonista de este cuento vive encerrada en su castillo. Lo que desea no es casarse con un príncipe azul, ni llevar bellos vestidos, sino escribir libremente lo que su alma le dicta. El padre no acepta que su hija sea diferente y quiere que se case con un príncipe que trae él mismo al palacio. Pero la princesa no está dispuesta a aceptar una vida sin libertad, abre la ventana de su castillo y salta. La salvan miles y miles de letras que como un suave colchón de plumas la llevan hasta la tierra. El rey entonces cambia su opinión y deja que su hija cumpla su deseo y sea escritora.

Contenidos y valores
La protagonista de este cuento rompe con el estereotipo de la princesa de los cuentos clásicos, no solo caracterizándose por tener otros deseos, sino para sacar a la luz la verdadera vida que le tocaba vivir a la protagonistas de esas historias, haciendo evidentes sus sufrimientos  ya que estaban condenadas a vivir en soledad y en absoluta tristeza.

El valor de la palabra escrita, de la palabra narrada, de la poesía y del contar historias es lo que exalta la princesa, y con extrema facilidad nos sentimos identificados con su amor por las palabras tan solo por estar manejando un cuento y escuchando su historia.

El conflicto con el rey-padre es un conflicto no solo con el progenitor: se trata de un conflicto simbólico con la autoridad que impone lo que es la norma establecida de las cosas. La princesa quiere que esa norma cambie para dejar paso a sus deseos, a sus aspiraciones más profundas.
Como no tiene armas para luchar contra esta imposición , frente a una vida que solo la ve como prisionera, prefiere renunciar a ella, pero su renuncia es vestida por un claro velo de esperanza que ilumina su cara a la hora de darse cuenta de que su vida puede ser diferente. Y su confianza en su sueño, hace que este se materialice.

La imagen de las palabras salvando a la princesa alumbra la cara de cualquier lector de este cuento: nos parece decir despacio al oído “Todo es posible”.

Por esta razón veo en este álbum ilustrado un álbum que nos empuja a creer en nosotros mismos, en nuestros sueños, y que aunque nos sintamos en situaciones en las que no vemos una salida, el confiar en nuestro deseo es lo mejor que podamos hacer y hará por si mismo que se haga realidad.

El cuento se cierra sobre el abrazo conciliador entre padre e hija: el padre admite su error, entiende que no puede obligar a su hija y que como padre lo que le pertenece no es indicar a su hija el camino que ella ha de seguir sino acompañarla en el camino que ella misma irá trazando. Un mensaje este que deberíamos de tener siempre presente cuando criamos a nuestr@s hij@s: quien indica el camino son ell@s, nosotr@s les apoyamos, les ayudamos cuando nos lo piden, les esperamos cuando necesitan parar y les dejamos ser dueñ@s de su propia vida, ya que eso es lo que les hará felices!

Ilustraciones
Ilustraciones de cuento, nunca mejor dicho. Nos transportan con facilidad hacia un mundo que colocamos rápidamente siglos atrás y que nos hace escuchar el ruido de la pluma escribiendo en el papel. Preciosa la elección de jugar con las dimensiones, cambiando las proporciones de objetos y partes del cuerpo.

Para qué y para quién
Un cuento rimado que nos ayudará en su lectura sobre todo con l@s más pequeñ@s. Perfecto para leer de forma autónoma y para fomentar la lectura y la escritura.